Todos sabemos que Candelaria no es muy adepta a dar notas y es muy tímida.
Al finalizar la inauguración, intentado huir de la prensa, se subió al primer taxi que había en la puerta.
Resulta que era el taxi equivocado.
Ese taxi lo había llamado un fotógrafo de la Revista Hola.
Y en ves de pasar desapercibida quedo atrapada entre todos los fotógrafos y prensa que estaban presentes en la inauguración!
Infobae |
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